Un montón de verbos acabados en arte

Me gusta cerrar los ojos escuchando a Keaton Henson. Me gusta la gente que es amable a pesar de su aislamiento social. Me gusta lamentar mis decisiones cada hora, cada minuto y cada segundo. No sé comunicarme muy bien aunque me gustaría ayudar a la gente que recurre a mí con problemas. Me gusta poca gente, muy poca. Tal vez tenga miedo a relacionarme y no me gusto a mí mismo demasiado. Soy ese chico suicida que terminó con todo y ahora busca qué hacer con su vida. Esto es muy sarcástico porque es como mi mecanismo de defensa cuando alguien ha llegado demasiado hondo en mí. Supongo que tú fuiste la mecha, el detonador y la pólvora de la explosión de mi vida. Creo que has destruido todos mis buenos recuerdos. Me gusta ver películas románticas y fingir que existe el amor. En realidad me gusta creer en personas que son almas gemelas aunque estoy bastante seguro de que a mí jamás me pasará algo así. Prefiero no salir de mi habitación leyendo miles de libros de cosas que nunca me pasarán, inventándome amigos imaginarios con deformidades para que se parezcan a mí y dormir bajo el polvo y los escombros que ha causado la explosión. Me gustaría saber cómo alejarme de ti, aniquilarte, quemarte, maltratarte, apuñalarte, romperte, inhalarte, probarte, destrozarte, recomponerte, olvidarte.

Excavando un poco por dentro

Espero que crezcamos sentimentalmente juntos. Nuestra tristeza es mutua. Los dos nos hemos hecho daño. Ojalá existiera alguna pócima mágica o algún hechizo para olvidar todo el daño y las lágrimas para no volver a hacernos daño. Te he ido ocultando cosas. Compréndeme . Ahora eres importante para mí y temo tu reacción. No te las puedo decir ahora. O tal vez sí, no lo sé. Pero este no es ni el momento ni el lugar correcto. Te quiero mucho. Aunque aparentemente lo hayas olvidado.

Cardiosimbiosis

Me he dado cuenta de que no sabemos vomitar sin provocación. Todo lo que callamos se convierte en letras y acaban convertidas en metáforas sujetando cigarrillos entre los dientes que no te dejan matarte. Hay heridas, no lo voy a negar, que te besan pero no te hacen cicatrices, vas con cuidado, rodeando el desastre emocional que soy, pero siempre me has dicho que despeinado estoy más guapo. Confío en mi y sé que algún día hablaremos sobre el miedo, la decepción y el veneno de aquellos días sin salir despavoridos por escuchar lo que no nos gusta. Algún día huiremos para no regresar jamás a nuestra ciudad, sin despedidas, sin finales, sin principios ni promesas que se acaban perdiendo. Quiero morir ahora mismo si te encuentro al final del túnel. Al irnos, acabaremos hablando del tiempo, como si fuera él quien nos pide la hora cada vez que algún amante ha escapado volando de sus brazos. No quiero separarme de ti. Porque la soledad siempre duele y duele más si es sin ti.

Travesías entre angustias

Es medianoche y estoy cubierto de hojas secas que recogí en noviembre. Creo que hoy todavía existes dentro de mí. Me he tragado corazones como albaricoques y he visto cómo se hacían zumo que se extendía como acuarelas a través de mi piel. He visto sombras con tu rostro y he navegado a través de los siete mares de la angustia, encontrando razones traídas por las olas para dejar de hacerlo, rompiendo las noches y la luna con mis decepciones. Lleno de bacterias o no, te seguí amando durante todo el viaje. Es abril ahora y hay dolor como prometiste. He caminado bajo la lluvia esta noche y me ha dicho que en mayo la vida sería bonita de nuevo. Pero no, no. No quiero ver las flores de mayo. Te quiero ver a ti.

Tornado

Es una fría y gris tarde de sábado. Miro al techo esperándote, como siempre. Muchas veces he pensando en ponerle nombre a las miles de gotitas de gotelé que lo adornan, será mi herencia. Espero que no te hayas ido hoy. Siempre estoy esperándote y está haciendo mella en mi corazón. No comprendes lo importante que es un simple mensaje tuyo. O la compañía que me haces cada día. Me duele que prefieras pasar tiempo sin mí. ¿Qué es esto? Me he quedado dormido. He soñado con tu pelo color celeste y ahora la boca me sabe a sangre. ¿Dónde estás? Todo esto es demasiado raro para mí. Todos somos débiles ante alguien y yo lo soy ante ti. Diferentes miedos me detienen y encadenan. Creo que me he perdido.